La
burrita Non de José María Sánchez Silva, autor de Marcelino Pan y Vino.
La burrita es llamada Non, porque era tan guapa que no tenía par en toda
España…
Non vive
en esclavitud que, según el Diccionario de la Real Academia Española, es un estado de “sujeción excesiva por
la cual se ve sometida una persona a otra, o a un trabajo u obligación.” (http://rae.es/recursos/diccionarios/drae).
Non es
esclava, porque trabaja sola y ve a su madre solo por las noches, la hierran
para caminar, hace un viaje sin saber que la van a vender; la venden y la meten
en un tren con ganado y mal oliente, la llevan a un establo apestoso con dos
asnos; la venden de nuevo, le ponen
anteojeras y no puede ver a los lados, ya no le dan avena ni heno, desaparece
la alegría de sus ojos y ya no está limpia como antes, se la llevan sin
avisarle a Moreno ni a Sortija; la venden otra vez, la llevan a otro establo peor que el anterior
con un mulo malhumorado, envejece por el trabajo, las privaciones y los abusos
del amo, ya no tiene la orgullosa estampa
de antes, ella tiene que guiarlo a él,
en vez de él guiarla a ella, porque se duerme en el camino.
El tema
es la falta de libertad de expresión. La relación entre la esclavitud y la libertad de expresión es
que el esclavo no puede tomar sus propias decisiones. El problema es de índole
sicológico, porque Non puede percibir, pensar y comprender, pero no puede decir
nada, hablar con humanos ni expresar su opinión. Los
temas secundarios son la indiferencia y la ingratitud de los amos.
La falta
de libertad de expresión se revela por medio de las circunstancias cuando el
niño no quiere a la burrita Non, sino un burro; los amos deciden marcharse de
la finca y Non hace un viaje a su nuevo trabajo. O sea, no puede escoger amo ni
empleo, especialmente cuando el amo es quien toma la decisión de mudarse.
La tesis del autor es social, porque el hombre, que es el que manda, no
entiende nada de lo que ella dice. Ni su ama Sol que la quiere tanto. La
relación entre el tema y la atmósfera es que en tales condiciones no puede
haber una comunicación efectiva.
La
burrita Non tiene consistencia sicológica, porque le agradece a Dios por cada
etapa de crecimiento en su vida y en su trabajo. Primero, la burrita le da las
gracias a Dios, porque tiene madre y tiene leche materna; la segunda vez, al
despedirse de Don Vidal, por todas las cosas buenas y las regulares, y por las
palizas también; la tercera vez, al
despedirse de Mamerto, porque no tiene qué vender y ya aprende a ver el mundo
que decía su madre; la cuarta vez, porque ahora entiende que era una señorita
tonta y por qué su madre no le dijo la verdad y Trueno tampoco; la quinta vez,
porque saldrá con el carro cada día. Le pide a Dios que si hay un cielo, se lo dé
hoy, o si no, que el hombre entienda que nuestro cielo está en la misericordia
de su corazón.
Los personajes son:
Quiteria, la esposa del
guarda.
Santos, el guarda de la
finca.
La Corza, la mamá de Non.
Don Vidal, el dueño de la
finca.
El Nano, el niño travieso de
Don Vidal.
Sol, la niña de Don Vidal.
Non, la burrita que tiene un
lunar como estrella.
Bailarín, un burro de Don
Vidal.
Rufo, el contacto para
vender Non a Mamerto.
Mamerto, vendedor ambulante,
el segundo dueño de Non.
Moreno, un burro del establo
de Mamerto y Sortija, el otro asno pedantón, porque sabe decir equus asinus
europeus.
Jenaro, el tercer dueño de
Non.
Trueno, un mulo que Jenaro sacrifica
porque está ciego.
El ambiente
es realista y rural, por el trabajo arduo en las fincas. La atmósfera es
deprimente y de angustia, por las condiciones de salud y la indiferencia. Non es aplastada por el ambiente, ya que no
recupera su libertad, aunque sigue trabajando, y tampoco recupera sus valores
como la Corza, la niña Sol, la avena, el cuidado de Quiteria y Santos, su
alegría y su estampa.
La
acción es rápida. Nace Non en un establo rodeada de toda la familia. La niña del
dueño se encariña tanto con Non como su propia madre. Non es feliz. El Nano, el otro hijo travieso de Don Vidal,
hiere con un perdigón a Non. Al Nano lo castigan y Santos le saca el perdigón a
Non. Nano obtiene permiso para ir solos al pueblo con la excusa de unos vinos
para su padre. Non sabe que él no la quiere. Al regreso, el Nano quiso que la
burrita lo llevara montado más el peso de los garrafones que, además, le
irritaban la piel sin que él se diera cuenta. Entonces, el Nano se puso a jugar
en un espino y Non perdió los garrafones y se derramó todo el vino, pero salvó
al niño. Sin embargo, la tomó a palos
con la burrita. Quiteria y Sol curan, lavan y consuelan a la burrita. Los amos
castigan a ambos niños, pero deciden marcharse de la finca.
Non es
entregada a un tal Rufo que la mete en un tren con ganado y mal oliente, pero
ella aguantó, porque pensaba que viajaba como su ama Sol. Luego, en un establo
apestoso con dos asnos.
Se
la entregan a Mamerto. Se da cuenta que el viaje de aprender es solo un cambio
de dueño y de vida y le parece una injusticia del anterior amo cuyo hijo había
salvado. El tío Mamerto la engalana para una feria, pero como le gusta mucho el
mosto, se cae de la burra, pero esta lo salva. Entonces, le decían El borracho
de la burra y decidió venderla también.
Llegan
a una feria para venderla. Y estaba Jenaro, uno más feo que Picio, quien la
llevó a Madrid y a un establo peor que el anterior. Hay un mulo malhumorado que
bautiza el Gran Burro cuyo verdadero nombre es Trueno. Una noche la burra se
asusta en el camino y Jenaro se despierta y le da una paliza que ella creyó no
poder vivir más. Él se da cuenta de que Non le salvó la vida, ya que hubiera
caído en un hueco grande. Trueno confiesa que es ciego y que el dueño no se ha
dado cuenta. Non sufre un accidente y
yace en el suelo chorreando sudor, agua y sangre entre la gente. Revive y Jenaro
la engancha al carro de nuevo y, por eso, ella piensa que el asno debe ser considerado el mejor amigo
del hombre también.
Hay
escenas simpáticas como la entrevista entre Non y Moreno en el establo de
Mamerto. “¿De dónde viene?-le pregunta
el asno mayor. De mi casa. -¿Dejó buen amo? No. Estoy solo de viaje para
aprender. -¿Viaje de estudios? El otro asno se ríe y le pegan a Moreno. ¿Cómo te
llamas?-pregunta la burra-. -Moreno. Y
procura tú darte cuenta de que no eres una señorita y de que no vienes a ver
mundo, sino que tu amo te vendió a otro más bruto. El problema es que Non no
entiende lo que significa vender, pero no se atreve a preguntar por si Sortija,
el otro asno, se ríe de nuevo.” (Pág.103-105).
El
autor usa figuras literarias para expresar el mundo emocional de los
personajes.
Desplazamiento
calificativo: Silencio perezoso del amanecer.
Metáfora:
El tren es un lagarto de hierro cortado en pedazos.
Interrogación
retórica: ¿Para qué me valen mis orejas, mi rabo, mi voz y mi manera de mirar,
que es con lo que hablo?, ¿Y de qué me
vale poder pensar si no tengo las palabras para decir lo que pienso y mi
lenguaje no lo entiende mi ama ni ningún hombre?
Símil:
Su lunar brillante como estrella de policía.
Exclamación:
¡Upa, Chula, que creí que te habías muerto!
Una
característica distintiva de las obras de José María Sánchez Silva es que
muestra las etapas de crecimiento físico, mental y espiritual del personaje y,
paralelamente, el desarrollo del problema como en Marcelino Pan y
Vino. Así, prepara al personaje para
enfrentarse al clímax y, a su vez, prepara al lector para el desenlace de la
obra.
Por
ejemplo, Non ya no le tiene miedo al perro de la finca; ya no le cae mal
Bailarín, un viejo asno; entiende que
tendrá que aprender a reírse con gran bondad de corazón de la dureza de la vida
de los asnos como ella y le agradece a
Dios por cada etapa de crecimiento en su vida y en su trabajo.
El
mensaje que el autor quiere transmitir es que la indiferencia y la ingratitud
de los amos frena el desarrollo y la independencia del personal, porque todos tienen derecho a superarse en su
trabajo.
El
mensaje es de carácter moral, porque el trabajo de uno depende del trabajo del
otro.
La
motivación del autor viene de una cita de Platero y yo: Platero, tú nos ves,
¿verdad?